Un velero privado

Vivo en Santa Pola, un antiguo pueblo pesquero donde el mar es la principal fuente de ingresos, básicamente por el turismo que atrae hasta nuestras playas. Desde que era niña, he visto a los veleros y los barcos zarpando desde el puerto desde la orilla y me imaginaba a bordo de su cubierta con el viento de cara disfrutando del paseo y de la marea, pero eso es algo que sólo había podido probar a bordo del Kontiki, que no es más que el barco que lleva hasta Tabarca, una pequeña isla turística a menos de 20 minutos de la costa.

Este año he tenido la oportunidad de cumplir mi sueño pero multiplicado por 1000 porque no sólo he navegado a bordo de diferentes barcos sino que, tras ahorrar durante tres años, he conseguido mi titulación náutica de patrón de embarcaciones de recreo. ¿Os lo podéis creer? Yo navegando con el timón en la mano. Impresionante.

La realidad es que, por ahora, no he tenido la oportunidad de navegar en solitario así que no sé hasta qué punto estoy preparada ya o no pero me voy a lanzar al vacío porque mi pareja y yo vamos a montar un pequeño negocio turístico cuyo principal activo seré yo y mi nuevo título de patrón de embarcaciones.

De aquí a fin de año queremos conseguir la inversión necesaria, bien sea mediante créditos o préstamos en bancos o mediante socios, y pondremos en marcha una empresa de transporte marítimo que ofrezca paseos  y viajes a distancias cortas: Denia, Tabarca, Guardamar del Segura, etc. Si lo hacemos bien y sabemos movernos un poco, con ayuda de promoción y publicidad estoy segura de que nos saldrá todo bien y yo acabaré trabajando encima de un barco. No podría ser más feliz.

Hemos mirado ya todo lo necesario, hasta el tema de seguridad. Hemos contactado con Balsamar, una empresa especialista en seguridad náutica que puede proveernos de todo lo que vamos a necesitar, desde chalecos hasta balsas salvavidas, y además ya he hablado con ellos para asegurarme de que se encarguen también del mantenimiento de los equipos así que esa parte está totalmente cubierta que era, en principio, una de las que más problemas podría darnos.

shutterstock_435495646reducida

Ya he puesto el ojo

He estado informándome sobre los mejores veleros de 2016, porque lo que queremos es comprar un velero ya que hablamos, en todo momento, de alquileres y transportes privados, nada de grandes masas, y tengo el ojo puesto en el Hanse 315: un velero de roda recta y perpendicular, quilla profunda y un arrufo positivo que crea una apariencia elegante y deportiva, mientras que la caseta de baja altura subraya la línea dinámica de la embarcación. Cubierta equipada con foque autovirante estándar, popa de diseño abierto y bañera muy protegida equipada con caña de forma estándar y doble rueda de forma opcional.

Ideal, ¿verdad? Ahora sólo nos faltan bancos que quieran avalar nuestra empresa y confíen en nuestro proyecto porque si no vamos a hacer muy poco por mucha ilusión que tengamos. Ya veremos.

Comparte este artículo:

Más popular
Scroll al inicio