Ir de viaje con niños puede ser toda una odisea y no lo digo por el trayecto o por lo nerviosos que pueden llegar a ponerse sino porque ir con ellos siempre supone un gasto mucho mayor del que tenías planeado empezando, por supuesto, por la ropa porque debes llevar cosas de abrigo por si hace frío, pero que puedan quitarse por si hace calor, cosas cómodas y algo más “mono” por si vais a algún sitio más elegante y, ante todo, hay que llevar muchas mudas porque como son propensos a mancharse hay que ser precavidos. Conclusión: gástate una buena parte del presupuesto del viaje en algo de ropa para los peques. Una buena opción es acudir a