La temperatura ideal para una piscina

Queda ya muy poco tiempo para el verano. Y aunque algunas piscinas municipales ya han abierto sus puertas, el tiempo todavía no acompaña. Yo soy partidario de las piscinas antes que las playas. Muchos de mis amigos no lo entienden. Al contrario, me dicen que si estoy mal de la cabeza. Que como meterse en el agua del mar y sentir las olas no hay nada. Pues yo no.

Yo soy de esas personas que odia la arena en la toalla y en todo el cuerpo. Al que no le gusta irse metiendo poco a poco e ir buscando la zona que más hunde. Algo que un ocasiones puedes tardar hasta minutos. Por eso, desde muy pequeño siempre apuesto por ir a la piscina. Ya sea pública, pública cubierta durante el invierno o de algún amigo durante los meses de verano. Tiene algo que me hace sentirme más cómodo.

Ahora bien, uno de los temas de conversación es a cuántos grados hay que tener la piscina. Es decir, cuál es la temperatura ideal para el agua de una piscina. Como en todos los aspectos de la vida, siempre hay varias teorías pero nosotros vamos a intentar hablar con expertos que nos pongan un poco al corriente de esta situación.

Pues como en la vida, depende del tipo de piscina y para qué público objetivo vaya dirigido. Me explico. Los hoteles, centros turísticos y comunidades suelen mantener el agua de las piscinas entre los 28 y 30 °C para los huéspedes y los bañistas. Sin embargo, los nadadores profesionales prefieren el agua a temperaturas más bajas. Por eso, hay que saber qué gente va a meterse en la piscina para regular los grados según el perfil. Es cierto que como nos dicen desde la empresa Cupoola, esta temperatura se puede modificar si tienes un sistema de recubierta de la piscina.

Características

Una de las características de las cubiertas altas de piscina es que al incidir los rayos del sol sobre la piscina, la cubierta impide que el agua se evapore y se escape el calor, recreando un efecto invernadero, por lo que se genera un clima bastante agradable que dependiendo de la latitud y horas de sol puede hacer que la temperatura del agua aumente entre 6 y 12º, lo que permitirá que la temporada de baño se inicie antes y se prolongue más allá del verano. Por eso, hay pequeños trucos para poder controlar de una manera segura la temperatura.

La temperatura a la que debe estar el agua de una piscina interior dependerá de la humedad del lugar en el que se encuentre. Cuánta más humedad, más fría deberá estar el agua de la piscina para evitar el sobrecalentamiento corporal. Los parámetros más adecuados se sitúan entre los 24 y 29 °C.

No obstante, hay varias maneras de controlar y regular la temperatura de la piscina para mantenerla dentro de los baremos más aconsejados. Los climatizadores y mantas solares son elementos que sirven para regular y modificar la temperatura de la piscina, que se mide con termómetros sumergibles que resistan el agua, los rayos ultravioleta y los productos químicos que deben ser utilizados para un correcto mantenimiento del agua y de la piscina. Sin duda, una buena idea para poder controlar la temperatura de tu piscina.

Mejor agua caliente o fría

Por último, vamos a hacer une reflexión sobre los beneficios que pueden aportar usar agua fría o agua caliente en una piscina.

Atención al agua fría

En agua caliente, el cuerpo aumenta, por el contrario n os adaptamos mejor en agua fría, por lo que es mejor nadar a temperaturas frías que calientes, aunque sin llegar a temperaturas extremas, ya que podemos sufrir una hipotermia en agua fría y un golpe de calor en piscinas donde el agua está a una temperatura elevada. No es la primera vez que un nadador tiene que ser auxiliado por las bajas temperaturas del agua.

Por el contrario, con el agua fría, los vasos sanguíneos se ensanchan para que la sangre caliente aumente la temperatura corporal y así prevenir que los órganos de nuestro cuerpo resulten dañados.

Ahora bien, dependiendo de tus condiciones y circunstancias, tú serás el que elijas cuál te viene mejor.

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