Lanzarote, un viaje diferente

Si para tu estancia vacacional estás pensando en un lugar paradisíaco con un clima cálido todo el año, unas excelentes playas y un paisaje natural que no se puede olvidar, seguro que Lanzarote es la elección que no te defraudará. Los primeros habitantes de esta isla la denominaban Tite-Roy-Gatra y no sería hasta después del siglo XV cuando tomó el nombre de Lanzarote del marino genovés denominado Lanceloto Malocello, quien comerció durante años con los habitantes de la isla.

Lanzarote es una isla de 845,9 km2 de superficie, de los cuales 51,07 km2 están ocupados por el Parque Nacional del Timanfaya, un espacio natural protegido desde el 9 de agosto de 1974, formados por restos volcánicos con un espectacular mar de lava salpicado por decenas de conos volcánicos, resultado de las erupciones que se produjeron entre 1730 y 1736 y en 1824, las cuales se encuentran entre las más importantes del vulcanismo mundial, tanto por su duración como por la cantidad de productos emitidos. Cuenta con más de 25 volcanes, algunos emblemáticos como las Montañas del Fuego, Montaña Rajada o la Caldera del Corazoncillo, existiendo actualmente punto de calor en la superficie que alcanzan los 100-120º incluso los 600º a 13 metros de profundidad. Durante nuestra estancia en la isla este Parque es uno de los lugares que no podemos dejar de visitar, del mismo modo que los 21 Bienes de Interés Cultural que la isla posee, entre los cuales podemos señalar los siguientes:

  • La Cruz junto a la ermita de los Dolores. La Cruz de madera señala el lugar donde paró el volcán. La cruz original de madera de tea portada por uno de los participantes en la procesión para implorar la intervención de la Virgen ante la devastación volcánica, fue clavada por este en la orilla de la lava, al cual se detuvo en este lugar. En 1999 algunos vecinos encontraron la base de la antigua cruz de tea. La Cruz actual de madera de tea, mide 2,70m de alto y sobre ella se encuentra la antigua Cruz de 1m. de alto. La ermita construida en 1774 está dedicada a la veneración de la Virgen de los Dolores, también conocida como Nuestra Señora de los Volcanes, Patrona de Lanzarote.
  • Castillo de Santa Bárbara y San Hermenegildo. Es una fortaleza construida en el siglo XV, al borde del cráter del volcán Guanapay, para servir de refugio a la población de Teguise en caso de invasión enemiga. Actualmente acoge el Museo de la Piratería, un centro de interpretación de conquistadores, piratas y corsarios que han estado relacionados con la historia de Canarias.
  • Castillo de San Gabriel. Fortaleza construida en el islote denominado “El quemado” en 1587, rodeada de una muralla que recorre todo el islote. La conexión entre el islote con la isla se resuelve en el siglo XVIII con la construcción de un puente levadizo o Puente de las Bolas, una estructura de piedra apilada rematada con dos bolas. Actualmente alberga el Museo de Historia de Arrecife.
  • Casa de los Arroyo. Construida en el siglo XVII como una de las dos aduanas que poseían los Marqueses de Lanzarote. Destaca su techumbre cubierta de teja árabe, muy poco utilizada en la zona y su carpintería, la más rica del lugar. Actualmente acoge el Centro Científico-Cultural Blas Cabrera.
  • Villa de Teguise. Esta ciudad se asienta sobre el antiguo poblado de Acatife, siendo la capital de la isla hasta finales del siglo XVIII. Su casco antiguo se desarrolla sobre una plaza de forma irregular donde destacan la fachada de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, la Casa Spinola en 1780 o los conventos de Santo Domingo, de 1711 y el de San Francisco de Miraflores de 1588, del que solo queda su Iglesia, hoy convertida en Museo de Arte Sacro.
  • Es un yacimiento arqueológico, cuyas edificaciones más importantes son el Palacio de Zonzamas rodeado por una muralla, donde residió Guadarfia, el último rey de la Isla, y las Queseras o canales longitudinales.

Si después de mostrarte todas estas opciones te ha entrado, como a nosotros, el gusanillo de visitar la isla, nosotros te recomendamos que complementes unos días de ensueño con una estancia en Suite Isabela, una villa vacacional en lanzarote de estilo moderno con unas vistas espectaculares al mar, a la isla de Fuerteventura o al campo de golf y que dispone de piscina climatizada, por lo que estaréis con nosotros en que esta es una de las mejores opciones para completar una estancia de lujo.

Comida tradicional de Lanzarote

Como buena isla que se precie, el pescado fresco está en la base de su cocina tradicional siendo cocinado de múltiples maneras, como por ejemplo el sancocho, el cherne, el sama, la corvina, la vieja, la morena, el pulpo o las lapas. El rancho canario es un guiso a base de carne también muy tradicional, al igual que el gofio o el bienmesabe un dulce elaborado con almendras, huevo, azúcar y limón. Todo ello regado con uno de los muchos vinos con denominación de origen de la isla.

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