Conocer una ciudad es algo realmente fascinante. Cada una de ellas tiene su propia fragancia, su propia historia, y por eso todas son perfectamente susceptibles de ser visitadas. Desde luego, viajar nunca pasará de moda y ahora que por fin la crisis económica parece darnos una tregua hay que aprovechar para hacerlo y conocer lugares que hasta hace pocos años eran inalcanzables para nosotros.
A la hora de hospedarnos, tenemos un amplio abanico de posibilidades. Desde reservar habitación en un hotel hasta alquilar un apartamento, pasando por el siempre típico hospedaje en el piso o en casa de un familiar o amigo. Cualquiera es buena para alejarnos de nuestra ciudad habitual y hacer algo al margen de lo normal.
Mi familia y yo viajamos el pasado verano a Barcelona, una ciudad que ansiábamos conocer desde hacía mucho tiempo. Solemos viajar a menudo y la Ciudad Condal no se nos podía escapar, así que comenzamos a planificar el viaje desde el mismísimo mes de enero para tener tiempo de organizarnos bien y que nada nos pudiera impedir que fuésemos hasta la capital barcelonesa para el mes de agosto.
Decidimos alquilar un apartamento porque pensábamos que nos adaptaríamos mejor. Un amigo nos lo había recomendado encarecidamente y a nosotros la idea nos atraía mucho, por lo que en ese sentido lo tuvimos bastante claro. Íbamos a pasar allí unas dos semanas y entre yo y mi mujer advertimos a los niños: nos tendrían que echar una mano con la limpieza del apartamento al acabar nuestro periodo allí.
Efectivamente, nos parecería de muy mal gusto por nuestra parte no limpiar el lugar de residencia antes de marcharnos. Por eso teníamos claro que lo haríamos y que lo haríamos bien. Los productos los adquiriríamos en alguna tienda de la ciudad sin ningún tipo de problema.
Decidí por tanto informarme acerca de alguna de esas tiendas o entidades que ofreciera unos productos de limpieza de calidad. Por supuesto, ya que nos poníamos a hacer la limpieza, queríamos manejar los mejores productos para garantizar un buen trabajo y quedar así como unos huéspedes inmejorables, algo que por otra parte los dueños de los apartamentos valoran y mucho.
Husmeando en Internet di con Stock Net Vallès, una empresa dedicada a la venta de todo tipo de artículos de limpieza: lavavajillas, ambientadores, desinfectantes, desincrustantes… Todo esto nos haría falta y estaba bien saber que podíamos confiar en alguien para hacernos con ellos al mejor precio.
Una solución rápida y eficiente
El viaje fue una auténtica pasada. Tuvimos tiempo de hacer de todo: visitar los mejores lugares de la ciudad, descansar, hacer escapadas a algunas ciudades cercanas… Sin embargo, cuando llegó la hora de marcharnos, tuvimos que ponernos las pilas. Compré los productos de limpieza de los que os hablaba más arriba en Stock Net Vallès y lo hice a un precio que me parecía bastante asequible, lo que no significaba ni mucho menos que esos productos fueran de mala calidad. De hecho, gracias a ellos pudimos realizar una limpieza a fondo en un tiempo récord, sin cansarnos demasiado y con la garantía de que aquel detalle nos anotaría un tanto de cara al trato con el casero.
Y así fue. El casero nos agradeció enormemente el cuidado que habíamos desempeñado en el apartamento y esta fue la causa de la amistad que empezó a fraguarse entre él y nuestra familia. De cara al verano que viene nos ha ofrecido volver a Barcelona por las mismas fechas y a un precio mucho mejor para nosotros. Vamos a aceptar su propuesta y el verano que viene regresaremos a una Ciudad Condal que nos cautivó hace unos meses.
Y es que hacer las cosas bien siempre termina por darnos la razón. Creo que nosotros somos el fiel reflejo de ello: quisimos hacer una limpieza de verdad confiando en los mejores productos desde el principio y, gracias a ello, ahora tenemos la posibilidad de volver a una de las ciudades con más encanto de nuestro país. Seguro que de nuevo disfrutaremos un montón de ella.