Estamos en agosto, el mes del año en el que el grueso de los trabajadores españoles disfruta de sus vacaciones y de un asueto por el que ha estado suspirando durante todo el año. Son días en los que toca hacer algo diferente. Actividades con la familia y con los amigos son las protagonistas de unas semanas que se pretende que sean inolvidables y del agrado de todos.
La mayoría de esas personas opta por salir de la ciudad en la que reside y trabaja para olvidarse del día a día. Las playas o los diferentes paisajes de montaña suelen ser los elegidos para ello, pero hay que tener en cuenta que, en un país como España, hay infinidad de lugares que merecen una visita. En nuestro país, además, contamos con uno de los mayores reclamos del mundo: el camino de Santiago.
Mi tía había realizado este camino dos veces, y tenía organizado un tercero para el mes de mayo de este año. Yo, que no lo había recorrido todavía, le pregunté si me podía sumar a la escapada y me dio el ‘ok’. Ella y una de sus amigas se habían encargado de ir preparando la ruta y viendo en qué sitios podríamos parar a comer y descansar. Para ello habían estado informándose por Internet.
Nos faltaba por concretar alguna parada en la provincia de Lugo. Sobre todo, queríamos que en cada una de las paradas nos ofrecieran una buena comida que nos proporcionara la dosis de energía suficiente como para seguir caminando después. Tras buscar en varios sitios, llegamos a la conclusión de que la mejor opción, con mucha diferencia, era confiar en http://www.cateringcaminodesantiago.com, la página web de un camping que era perfecto para los excursionistas porque tenían menús especializados para ellos, ya tenían varios años de experiencia en el negocio y el precio era muy bueno para nosotros.
Reservamos plaza y comenzamos a hacer nuestro camino. Cuando, unos días después, llegamos allí, pudimos comprobar que habíamos acertado de pleno. Los menús de los que disponían eran de una variedad extraordinaria y el personal que allí nos atendió lo hizo genial, haciéndonos sentir como en casa. Y, como antes comentaba, el precio era bastante asequible, lo que sin duda alguna terminó por completar esa gran imagen del camping que nos habíamos formado.
El final de nuestro recorrido apenas representó alguna dificultad. En el camping habíamos descansado y comido lo suficiente como para continuar y hacer de la ruta algo no tan pesado. Pudimos completar el Camino de Santiago unos días después, en mi caso por primera vez, algo que me hizo sentir satisfecho y contento. Sin ninguna duda, una experiencia que merece una repetición.
Para todos los públicos
El Camino de Santiago es uno de esos eventos del que pueden disfrutar todo tipo de personas. Este es uno de los motivos por los cuales el Camino es una ruta de las mejor valoradas de todo el planeta y que recibe una cantidad ingente de visitas. De hecho, según la Oficina del Peregrino, durante el mes de julio de este año han sido unos 45.500 peregrinos los que lo han realizado, una cifra que representa un aumento de 3.000 personas con respecto al anterior Año Santo, celebrado en 2010.
Como apuntaba, gente de todo tipo se suma a la ruta. La división entre hombres y mujeres durante este mes de julio ha sido muy pareja: 49’43% de hombres por 50’57% de mujeres, según los datos de la Oficina. La gran mayoría, eso sí, ha realizado el camino a pie (unas 42.000 personas), pero también destaca la presencia de unos 3.400 ciclistas, 66 personas montadas a caballo e incluso 16 en silla de ruedas. Todo un espectáculo del que podemos disfrutar todos.