No queda muy claro si la sostenibilidad es una moda pasajera o una forma de vida que debemos adoptar. Hablar de sostenibilidad nos lleva a pensar en el consumo eléctrico, el reciclaje y reducir la huella de carbono, entre otras cosas. Sin embargo, la sostenibilidad puede encontrarse en cualquier actividad o acción que llevemos a cabo. Desde la alimentación hasta los viajes. Porque sí, los viajes, también pueden ser sostenibles y dejar huella en ti, pero no en el planeta.
Cobrar conciencia sobre el cambio climático en el que nos hayamos inmersos, es algo que todos debemos hacer. Este cambio es una consecuencia directa de la masiva utilización de combustibles fósiles o los efectos negativos del turismo masivo. Por lo que es cada vez más plausible que las mismas agencias de viaje, jueguen su papel y ofrezcan viajes sostenibles o den ideas de cómo hacerlos. En lugar de formar parte del problema con la masificación y los viajes, se pretende ser parte de la solución, cambiando la perspectiva de los viajes.
El concepto de turismo sostenible cobra fuerza en la sociedad actual. Por lo que son muchos los implicados que toman conciencia al respecto y se comprometen a promocionar prácticas que contribuyan a la conservación del medio ambiente, el bienestar de las comunidades locales y el desarrollo económico sostenible.
Entendiendo como turismo sostenible al enfoque de la actividad turística en otra dirección, buscando minimizar el impacto medioambiental y social negativo, al mismo tiempo que maximiza los beneficios económicos. Este tipo de turismo, en particular, promueve la conservación de los recursos naturales y culturales, fomenta la inclusión social y económica y pretende lograr la mejora en la calidad de vida de las comunidades. No se trata de una moda. Es una necesidad acuciante destinada a proteger y preservar el planeta, además de a las comunidades que dependen del turismo.
Tipos de turismo sostenible
Algo que caracteriza a este tipo de turismo es que implica prácticas responsables, busca el equilibrio entre el desarrollo económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social. Lo que incluye la elección del alojamiento y la participación en actividades que respeten la naturaleza y culturas locales. Actividades como el reciclado o el uso de materiales biodegradables o compostables como promueven los expertos en fabricación de bolsas recicladas de Bioplásticos Genil, quienes apuestan por el turismo y la fabricación sostenible.
El ecoturismo es una de esas opciones de turismo sostenible. Permite conectar con la naturaleza y protegerla al mismo tiempo. Se centra en visitar áreas naturales desde la responsabilidad y promoviendo la conservación y el respeto por la biodiversidad. Los ecoturistas buscan una experiencia en la naturaleza que combine el ocio con la educación.
Otra alternativa es el turismo cultural que valora y preserva las tradiciones, costumbres y patrimonio cultural de las comunidades locales. Optar por este tipo de turismo sumerge a los turistas en la historia y cultura de los destinos, participando en festivales, visitando lugares de interés y aprendiendo sobre la tradición del lugar.
Una escapada a la tranquilidad del campo es lo que ofrece el turismo rural. Fomentando el desarrollo de la zonas rurales mediante las actividades turísticas que respetan el entorno y la forma de vida del lugar. Se puede disfrutar de la tranquilidad del campo, participar en todo tipo de actividades agrícolas y adentrarse en la vida cotidiana de las comunidades rurales. Con este turismo se ayuda a combatir la despoblación a la vez que se promueve el desarrollo sostenible.
El turismo de aventura es por igual, considerado sostenible. Combinando la emoción de las actividades al aire libre, con las prácticas sostenibles que minimizan el impacto ambiental, se realizan actividades como la escalada, el rafting o la exploración de cavernas. La clave reside en garantizar que las actividades se lleven a cabo de forma segura y evitando el impacto en el entorno.
Aunque no lo parezca, el turismo urbano, también puede ser sostenible. En este caso, se promueve el desarrollo de las ciudades de forma que el impacto negativo sobre el medio ambiente sea mínimo y se mejore la calidad de vida. Esto incluye prácticas tan sencillas como el uso del transporte público, el diseño de espacios verdes y la implementación de prácticas sostenibles en todo lo relativo a la gestión de recursos.
Destacar la diferencia entre turismo sostenible y ecoturismo, ya que no son lo mismo. El ecoturismo, es sin duda, uno de los pilares del turismo sostenible. Consiste en una forma de viajar que prioriza, sobre todo, el respeto y la conservación del medio ambiente. Los ecoturistas buscan minimizar su impacto ambiental, apoyan prácticas de turismo que protejan la biodiversidad y a la vez, fomenten el bienestar de la comunidad local. Elegir destinos o actividades que combinen estos valores, contribuye a la sostenibilidad global.
Lo que define el turismo sostenible
Hacer que el turismo sea sostenible no es difícil. Tan solo hay que concienciarse y hacer lo posible para contribuir con la sostenibilidad. Es algo que deben hacer tanto los turistas como las empresas que se encargan de promocionar viajes. De manera que, tomando algunas prácticas como ejemplo, tenemos la clave para convertir el turismo en sostenible:
– Apoyar la economía local y optar por los productos y servicios locales.
– Reducir el consumo de los recursos, implementando medidas de ahorro energético y de agua.
– Respetar la cultura y el entorno, siendo conscientes y respetuosos con las tradiciones locales y el entorno natural.
– Reducir la huella de carbono, utilizando el transporte público, la bicicleta o caminando.
– Participar en actividades responsables que promuevan la conservación y eviten la explotación de los recursos naturales y culturales.
Puede resultar simple, pero es cierto que con este tipo de medidas, se consigue mucho en cuestiones de sostenibilidad. Tanto es así que, nuestro país, pretender liderar el turismo sostenible, sentando unas bases de transformación del turismo, para llevarlo a un modelo de crecimiento sostenido y sostenible.
Los fundamentos sobre los que se va a basar la estrategia, son los siguientes:
– Crecimiento socioeconómico, mejorando la competitividad y rentabilidad del sector, con una clara apuesta por la calidad y la transformación digital.
– Preservación de los valores naturales y culturales, como prioridad.
– Beneficios sociales con un reparto equitativo de los beneficios que reporte el sector, afrontando los retos como la despoblación de la España rural.
– Participación y gobernanza, fomentando la gobernanza participativa entre el Estado y las Administraciones competentes.
– Adaptación permanente en busca de la calidad y mejora continua en respuesta a los constantes cambios del entorno.
– Liderazgo para consolidar el papel de España como líder en el sector.
Con estos fundamentos como base, se pretende alcanzar una serie de objetivos relacionados con el turismo sostenible que permitirán transformar el mundo, o al menos mejorarlo. Entre dichos objetivos, encontramos:
– Conservación del medio ambiente, protegiendo y preservando los ecosistemas y la biodiversidad.
– Desarrollo económico inclusivo, generando beneficios que alcancen a todos los estratos sociales.
– Equidad social, fomentando la inclusión y el respeto por la comunidad local.
– Educación y sensibilización, aumentando la conciencia sobre la importancia que tiene la sostenibilidad.
– Cultura y patrimonio, preservando y promoviendo la riqueza cultural y patrimonial de los destinos turísticos.
Viajar de manera sostenible es una alternativa que todo el mundo debería considerar. No solo porque parezca lo más in, sino por los beneficios que reporta tanto a la comunidad local como al medio ambiente, sin olvidar la experiencia del viajero. Los beneficios que reporta este tipo de turismo, son la reducción del impacto ambiental, puesto que los viajes minimizan el daño a los ecosistemas y la biodiversidad. Supone un apoyo a la economía local, fomentando el desarrollo económico de los lugares visitados. Además de que se trata de experiencias auténticas en las que los viajeros, disfrutan de la interactuación con la cultura local y su entorno. Otro de los beneficios que reporta el turismo sostenible es la conservación del patrimonio, ayudando a preservar los recursos naturales y culturales. Sin olvidarnos de la educación y sensibilización, como consecuencia de la promoción de una mayor conciencia y responsabilidad ambiental por parte de los turistas.
Si algo destaca en nuestro país es la gran diversidad de destinos existentes. No es necesario salir de nuestras fronteras para encontrar destinos de lo más inspiradores y sostenibles. Desde la oferta existente en todos los Parques Nacionales como el Parque Nacional de Doñana, hasta el turismo cultural que ofrecen las ciudades históricas por excelencia: Toledo o Granada. Además del turismo rural en estado puro que se puede disfrutar en la Sierra de Gredos. Las opciones son tantas y tan diversas que es fácil encontrar la experiencia de viaje que más te guste.
Dejar a un lado el turismo convencional que te lleva a la masificación, a encontrarte con el vecino al que detestas, tomando el sol en la misma playa que tú, no solo es sostenible para el planeta, lo es para tu propia existencia. Quizá es el momento de plantearse que la sostenibilidad es algo más que reciclar los envases de forma correcta. Viajar puede tener un impacto negativo en el planeta o puede convertirse en el aliado perfecto para su sostenibilidad.



