Como dice la canción, “Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor…”, y también de la huerta valenciana, famosa a nivel mundial por ser una gran comarca productora y exportadora de frutas y hortalizas para toda Europa, algo de lo que dan fe en otros países gracias a la famosa empresa All Fruit Export, dedicada a la producción y exportación de frutas y verduras que tan bien se da aquí. ¿Quién no ha probado alguna vez sus naranjas o mandarinas?
Pero Valencia también es famosa por las fallas, una fiesta de reconocido prestigio a nivel internacional, que se ha convertido en un atractivo turístico más para esta ciudad, a la que cada año acuden multitud de turistas, tanto nacionales como internacionales, pues ya desde el año 1980 está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Las fallas se festejan todos los años del 15 al 19 de marzo, siendo el 19 de marzo el día grande de la fiesta, ya que se celebran en honor a San José, patrón de los carpinteros, aunque sus festejos comienzan el último domingo de febrero con el pregón denominado ‘crida’. La tradición de las fallas es muy antigua, sus orígenes, según cuenta la tradición popular, se remontan a la quema que hacían los carpinteros en la víspera de San José de los soportes de las antorchas que tenían para alumbrar sus talleres, puesto que llegaba la primavera y, con ella, la luz y el sol, con lo cual ya no necesitarían las antorchas hasta el invierno próximo.
Esos primitivos soportes de las antorchas se convirtieron en lo que son hoy las fallas, unos enormes monumentos de cartón piedra sostenidos por estructuras de madera que pueden llegar a alcanzar los treinta metros de altura, con escenas satíricas y figuras de personajes políticos y populares a los que con humor hacen críticas y alusiones. Estas fallas son realizadas por talleres artesanos, donde un maestro fallero, una profesión muy estimada en Valencia, diseña y coordina la realización de la falla. Cada barrio o zona de la ciudad tiene una falla, hay fallas mayores y fallas infantiles. La noche del 15 de marzo se realiza la tradicional plantá, que es la instalación de las fallas en las calles de la ciudad. Desde esta fecha hasta la noche del 19 de marzo, las numerosas fallas son visitadas, observadas y admiradas por los valencianos y los miles de turistas que se agolpan alrededor de ellas para verlas detenidamente. Esa noche, la del 19 de marzo, es la cremá, donde se queman todas las fallas, excepto una que por votación popular ha sido indultada.
La Cremà
El fuego y la pirotecnia están unidos inevitablemente a las fallas y al pueblo valenciano. Durante estas fiestas todos los días hay un espectáculo de pirotecnia, denominado mascletá, que es una explosión de petardos de gran potencia, con numerosas detonaciones que producen un fuerte ruido de tal manera que siempre van de menos a más, llegando a un final apoteósico y ensordecedor de ruido.
Ya sabéis, si queréis pasar unas fiestas totalmente distintas, visitad Valencia en fallas, es una ciudad acogedora, con un clima excelente, una buena huerta con excelente calidad, buenas playas…, pero eso sí, no olvidéis reservar alojamiento con antelación, porque se llena de turistas.