Mi segunda luna de miel

Hace ya varios años que llevo pensando tener una especie de segunda luna de miel. Obviamente podríamos ser de la opinión de que cualquier viaje que hiciéramos en pareja podría ser una segunda luna de miel, y tal vez sea verdad, pero yo no lo veo así. Lo que yo pretendo es olvidarme un poco de la parte cultural y centrarme más en nosotros mismos, no sé si me entendéis.

Por ejemplo, cuando viajamos a Atenas estábamos locos por conocer la acrópolis, las ruinas, los museos, la cultura de la ciudad y eso es precisamente lo que hicimos, nos pasamos toda la semana de arriba a abajo visitando cada rincón con historia y fue espectacular. No me arrepiento de ese viaje, ni de otros muchos que hemos realizado con esa misma dinámica, fueron maravillosos y los volvería a hacer mil veces más, pero ahora mismo yo estoy hablando de otro tipo de viaje. Si volviera a Grecia en una segunda luna de miel me olvidaría un poquito de la cultura y me centraría más en esas playas paradisíacas de Santorini y en el relax que puedo conseguir en ciertas islas. Buscaría el romanticismo, los paisajes idílicos y la tranquilidad.

A Pontevedra

Como veis son dos viajes totalmente diferentes y ambos son válidos, y es a eso precisamente a lo que me refiero con que quiero hacer una segunda luna de miel. Ahora bien, no es necesario salir de nuestras fronteras, y lo digo porque hay una especie de rumor social que asegura que si no se cambia de país no se está viajando lo que, en mi opinión, es un craso error. España es un país multicultural que, debido a la cantidad de pueblos que se han instalado en la península a lo largo de la historia, tiene una riqueza y una diversidad pasmosa en las diferentes comunidades autónomas. Debido a eso, y a que la economía tampoco está muy boyante, hemos decidido viajar a Galicia, concretamente a Pontevedra.

Nunca he estado en allí y me parece fantástica: totalmente cubierta de vegetación y con grandes rincones por descubrir. Y tampoco se trata de que no vaya a visitar absolutamente nada y me vaya a tirar todo el día a la bartola, de lo que se trata es de que lo que prime sea disfrutar en pareja y relajarnos.

Nos vamos a alojar en las Rías Bajas, y vamos a visitar el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia y las islas de Ons y Cíes.  Tal vez lo más característico de esta segunda luna de miel será el reportaje fotográfico que hemos contratado en Msanz, muy al estilo de los reportajes pre-boda tan de moda hoy en día, pero muy a lo post-boda en esos paisajes tan impresionantes.

En lo que es la ciudad estaremos poco, pero sí que hay un día que queremos pasar allí. Veremos la Plaza de la Leña, la Iglesia de la Peregrina, el caso histórico, las Ruinas de Santo Domingo y la isla de las Esculturas. Pero, como ya digo, eso será un solo día de los 8 que estaremos allí porque, los otros 7, o 6 si quitamos el día que perdemos entre la ida y la vuelta, los pasaremos en los mejores parajes naturales, playas y balnearios.

¿Y vosotros, haríais una segunda luna de miel?

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