Si eres de los que disfrutan descubriendo tesoros turísticos de la geografía nacional, Badajoz es una de tus visitas pendientes. La ciudad extremeña sorprende por su oferta cultural y la variedad de opciones de ocio que presenta al visitante. Veamos qué se puede ver, hacer y por dónde salir en la ciudad más grande de Extremadura.
El Guadiana llega a Badajoz, para después girar hacia la izquierda y establecer una frontera natural con Portugal hasta su desembocadura en Ayamonte (Huelva). Con 151.000 habitantes es la ciudad más poblada de Extremadura y la capital económica de la región. Alberga el campus principal de la Universidad de Extremadura. Tiene el recinto amurallado más largo de España y la Alcazaba árabe más grande de Europa. Aunque fue muy castigada duramente durante la guerra civil española, aún conserva un conjunto arquitectónico que refleja la importancia que tuvo la ciudad.
En el año 875, el guerrero árabe andalusí Ibn Marwán funda la ciudad de Badajoz junto a un antiguo asentamiento visigodo, en él establece su residencia y base de operaciones, en su pugna por hacerse con el control político del califato de Córdoba. Dos razones le llevan a elegir aquel enclave, su valor defensivo, que le permite construir una fortaleza militar casi inexpugnable, y las grandes posibilidades que presenta la vega baja del Guadiana, donde los árabes aplican las técnicas de regadío y la convierten en una zona agrícola altamente productiva. Es entonces cuando la ciudad vive un periodo de florecimiento que le lleva a ser una de las principales ciudades del Al-Andalus, capital en varias ocasiones de un Reino de Taifas independiente.
El 19 de marzo de 1230, Alfonso IX de León reconquista la ciudad para los cristianos. Refuerza el sistema defensivo y construye la catedral de San Juan Bautista, lejos del recinto amurallado. Badajoz tiene un valor estratégico y militar importante en varios periodos de la historia. Fue pieza clave en la reconquista, y por su proximidad con Portugal, ocupó un papel protagonista en las relaciones entre los dos países de la península ibérica, tanto en periodos de paz como en otros más beligerantes.
El 25 de marzo de 1936, 60.000 jornaleros extremeños ocupan simultáneamente 3.000 fincas privadas en 280 pueblos de Extremadura. Aplican la reforma agraria. El campo extremeño está organizado mediante el latifundismo, con grandes extensiones de terreno propiedad de terratenientes. Cuando las tropas franquistas toman Badajoz en plena guerra civil se ensañan con la ciudad, destruyendo parte del núcleo urbano y realizando actos de extrema crueldad.
Hoy Badajoz es una capital centrada en el sector servicios, que ofrece una serie de atractivos a los amantes del turismo de interior.
¿Qué ver en Badajoz?
No se puede ir a Badajoz sin visitar su impresionante alcazaba árabe, emblema de la ciudad. Situada al lado del rio Guadiana, se puede acceder al interior cualquier día de la semana de 9 de la mañana a 6 de la tarde. No muy lejos de allí se encuentran la Puerta de los Carros y la Torre del Perdón.
Recorriendo el perímetro de la muralla medieval encuentras puertas de entrada a la ciudad de gran valor arquitectónico, como la Puerta de las Palmas, flanqueada por dos torreones y con 32 arcos de medio punto. La Puerta del Pilar, tallada en piedra arenisca, junto a un antiguo foso y que se comunica con el baluarte defensivo de San Roque, o la torre de Espataperros, que sirvió de modelo para construir La Torre del Oro de Sevilla.
En el interior de la ciudad merece la pena visitar la Catedral de San Juan Bautista, de origen románico con elementos góticos y apariencia castrense, presidiendo La Plaza Mayor circular que rodea todo el edificio. En esta plaza encontramos también el museo diocesano y la casa consistorial, un edificio neoclásico del siglo XIX.
No muy lejos de allí, está la Plaza Alta, una vistosa plaza cuadrada, porticada con arcos de medio punto y decorada a cuadrados rojos y blancos en la fachada de sus cuatro caras, como un tablero de ajedrez, que le imprime un aire mudéjar al conjunto. Fue el centro neurálgico de la ciudad durante mucho tiempo, el lugar en el que se instalaba el mercadillo y punto de reunión para los vecinos.
Es interesante visitar el Museo Provincial de Bellas Artes, ubicado en dos antiguas casas solariegas en la plaza de la Soledad. Cuenta con una colección de 1200 cuadros, entre los que se encuentran piezas de Zurbarán, Goya, Dalí y Picasso, junto a pinturas de artistas regionales de diferentes periodos históricos. Por su patrimonio es considerada la quinta mejor pinacoteca de España.
Un emblema cultural es el MEIAC (Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo), ubicado en el antiguo baluarte militar del siglo XVIII conocido como Fuerte de las Partaleras, posteriormente utilizado como correccional de menores. Con planta cilíndrica y una cúpula de hormigón, representa la integración de la arquitectura contemporánea dentro del patrimonio histórico. En su interior se exhiben cuadros, esculturas y material audiovisual de Luis Buñuel, Daniel Canogar o el equipo 57. Suele albergar exposiciones temporales y circulares sobre la historia del cómic, arte digital y otras manifestaciones artísticas actuales.
¿Qué hacer en Badajoz?
Tomando como base de operaciones la ciudad, se pueden organizar escapadas, excursiones y actividades turísticas que salen de lo habitual.
Desde el Hotel Condedu, ubicado en el centro de la ciudad, nos recomiendan visitar Portugal. La capital extremeña se encuentra a solo 20 kilómetros de la frontera. Es normal el trasiego de personas entre los 2 países, y en concreto entre Badajoz y Campo Maior, la bonita ciudad portuguesa con la que prácticamente es limítrofe.
Si te gusta el ciclismo puedes recorrer un tramo paralelo al cauce del Guadiana y disfrutar de las vistas naturales que te ofrece, o adentrarte, si lo prefieres, en el interior de la región siguiendo el trazado de la antigua Ruta de la Plata, una vía de comunicación y transporte utilizada en el imperio romano, y conecta por caminos de tierra las dos capitales extremeñas.
A 10 kilómetros de Badajoz se encuentra la casa colorada del Marquesado. Una finca de 26 hectáreas abierta al público, con unos jardines cuidados y una casa señorial del siglo XIX con una arquitectura original, que nos da una idea de cómo vivían los grandes de España hasta hace muy poco.
Desde Badajoz podemos organizar escapadas para conocer otros pueblos de la provincia, con un importante patrimonio cultural: Mérida, Medellín, Zafra, Albuquerque, Alcántara, Almendralejo, Don Benito. Si queremos, no tendremos tiempo de aburrirnos.
¿Por dónde salir en Badajoz?
La capital pacense tiene una gran variedad de ambientes para los amantes del ocio nocturno. Desde zonas más tranquilas a otras más bulliciosas. Adecuadas a diferentes edades.
Son conocidas las tabernas y bodegas del casco antiguo. En estrechas calles peatonales donde se suceden puerta con puerta los establecimientos de restauración. Un área frecuentada por la gente del lugar y por los turistas, para tomar cañas y degustar raciones para compartir.
En el centro de la ciudad, el área comercial y administrativa, encontramos gran variedad de pubs y bares de copas en los que tomar combinados y disfrutar de buena música.
Muy popular se ha vuelto el barrio de Valdepasillas, una zona de reciente creación localizada en la periferia, atravesada por amplias avenidas. Este barrio joven y moderno concentra una gran cantidad de locales de ocio. En un ambiente juvenil, también se está desarrollando el ocio nocturno en la rivera del río.
Normalmente en la periferia, encontramos amplias y modernas discotecas que ofrecen desde una música para todos los públicos a una programación más especializada. En el blog Disfruta Badajoz tienes propuestas de locales interesantes a los que ir.
El único problema que tiene salir de fiesta en Badajoz, según indican algunos jóvenes, es que las zonas están muy separadas entre sí, y es necesario disponer de vehículo para frecuentar varios ambientes.
Fechas especiales para visitar Badajoz.
Hay determinadas fiestas en las que resplandece la ciudad. Fiestas populares en las que los vecinos comparten su dicha con el visitante. Este es el caso de los carnavales. Durante el lunes y martes del carnaval, peñas y comparsas desfilan por el centro de la ciudad. Sus originales disfraces impregnan de color las calles y las bandas de músicos que les acompañan contagian la alegría con sus melodías.
La semana santa es otra de las citas clave en el calendario. Las procesiones recorren las estrechas calles del casco antiguo. Declarada de interés turístico nacional, las cofradías sacan sus pasos conformados por imaginería, en algunos casos talladas en los siglos XVI y XVII. Además de su innegable carácter religioso, tiene un fuerte valor artístico y cultural.
Las fiestas patronales tienen su cúspide en la noche de San Juan, el día del patrón. Se realiza un espectáculo pirotécnico en la orilla del Guadiana y se celebra la feria más bulliciosa de toda Extremadura.
En Badajoz se organizan tamboradas, festivales de cortometrajes, certámenes de flamenco, conciertos de fado, romerías populares, festivales de teatro, fiestas de estudiantes. Un despliegue de actividad sorprendente para una ciudad de provincias.