Descubre Valdelinares, turismo de montaña en Teruel.

La provincia de Teruel está atravesada por el Sistema Ibérico. La cordillera en la que nace el Río Duero y el Río Tajo. Esto hace que esté plagado de rincones naturales de gran belleza y de pequeños pueblos de montaña con encanto. Rincones que vale la pena conocer.

Teruel está afectado por el despoblamiento rural. Por lo que se conoce como la “España Vaciada”. Sin embargo, el fuerte sentimiento de pertenencia de sus oriundos ha hecho que se conserven sus encantos.

En los años 90 conocí varias familias que vivían en Zaragoza y que eran originarias de un pueblo de la sierra de Teruel. Cada fin de semana cogían el coche y regresaban al pueblo, manteniendo en pie las casas de piedra en las que nacieron y se criaron de pequeños.

En la actualidad, el auge del turismo rural está contribuyendo a dinamizar estas tierras de montaña y a devolverles su esplendor de antaño. Una tarea pendiente, deseada por gran parte de los aragoneses, orgullosos de sus orígenes.

Los pueblos de la provincia de Teruel tienen una población que no supera los 1500 habitantes por municipio. Tradicionalmente, se han dedicado al cultivo de frutales, como Calanda, el pueblo de Buñuel, a la minería, como en Andorra o a la explotación de los recursos forestales.

En los años 60 se produce la gran migración del campo turolense a la ciudad. Muchos jóvenes emigran a Barcelona, Madrid, Valencia; pero, sobre todo, marchan a Zaragoza. Franco convierte Zaragoza en un polo de desarrollo industrial con la instalación de las fábricas de la Balay, Picolín, y sobre todo la General Motors. Zaragoza succiona la población del Aragón rural, dejándola prácticamente seco.

La cercanía geográfica de los emigrantes con sus pueblos de origen ha hecho que el abandono, al menos estéticamente, se note menos que en otras zonas de España. Hoy puedes conocer muchos de estos pueblos, alojándote en uno de los múltiples hoteles rurales que se han acondicionado en la Sierra de Teruel. Eva, de Valencia, nos cuenta que se alojó un fin de semana en el Hotel Villa María, en la Sierra de Gúdar, situado a solo 1 kilómetro del campo de golf municipal de “El Castillejo” y a 8 de la estación de esquí de Aramón de Valdelinares.

Esta era su intención, practicar deportes de nieve y conocer la Sierra de Gúdar. Precisamente, de esta zona montañosa del sur de la provincia de Teruel es de la que queremos hablar en este artículo.

La estación de esquí de Valdelinares.

Nos cuenta la página web Lugares de Nieve, que a pesar de su tamaño reducido si las comparamos con grandes estaciones de esquí como Navacerrada, en Madrid; o Baqueira Beret, en el Pirineo Catalán, la estación de esquí de Valdelinares – Aramón es una de las más apreciadas por los aficionados al esquí y al snowboard de España.

La razón principal la encontramos en la calidad de su nieve. El 95% de la nieve es polvo dura de origen natural. Sin utilizar apenas cañones para fabricar nieve artificial. Esto se debe a que la estación se encuentra a más de 2.000 metros de altitud en un macizo que recibe precipitaciones durante toda la temporada invernal.

Se trata de una de las estaciones de esquí y snowboard más modernas de España. Con pistas perfectamente equipadas con los últimos adelantos tecnológicos para asegurar la práctica del esquí durante toda la temporada.

Es una estación bastante frecuentada por aficionados aragoneses y de la Comunidad Valenciana debido a su cercanía y accesibilidad. Se encuentra a solo 70 kilómetros de la ciudad de Teruel. Otra de sus ventajas es que es una estación propicia para iniciados en los deportes blancos. Un 60% de las pistas son de baja dificultad, ofreciendo desniveles suaves; y un 40% son pistas de dificultad intermedia. Lo que la convierte en una estación bastante segura.

Por último, cabe destacar la belleza de su enclave. Las pistas suelen terminar bordeando un bosque de coníferas, por lo que el esquiador tiene la sensación de estar esquiando entre la naturaleza.

Como hemos dicho antes, en la estación se pueden practicar descensos de esquí, snowboard y esquí de fondo en un recorrido circular.

¿Qué ver en la Sierra de Gúdar?

La Sierra de Gúdar es mucho más que una estación de esquí. La periodista Alicia Bea hace un recorrido exhaustivo por sus pueblos en su blog Objetivo Viajar. Villas de origen medieval, plagadas de historia.

Estos son algunos pueblos que vale la pena visitar:

  • Mosqueruela.

Se trata de un pueblo situado a 1745 metros de altitud, a medio camino entre la Sierra de Gúdar y del Maestrazgo, fundado en 1265 por el rey Jaume I. En él destaca su majestuosa iglesia románica de Santa María de Asunción, con su torre de planta circular, levantada sobre una almena cuadrada, con una ristra de campanas colocadas a dos alturas. La ciudad tuvo cierta relevancia en el reino de Aragón entre los siglos XVI y XVII, gracias al negocio de la ganadería. Dato que se aprecia en la existencia de casas señoriales en las calles centrales del pueblo.

  • Puertomingalvo.

Este pueblo es una de las joyas de la comarca. Un pueblo conformado por casas de piedra de estilo renacentista, encaramado a un promontorio rocoso y coronado por un castillo de origen árabe. El pueblo ha sido incluido recientemente dentro de la Asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España. Su casa consistorial es una estupenda muestra de arquitectura civil del Gótico Levantino. En su interior alberga el Centro de Interpretación de los Castillos del Maestrazgo.

  • Linares de la Mora.

Ya metidos más dentro de la Sierra de Gúdar, se encuentra este precioso pueblo de casas blancas coronado por tejados de teja roja, que se levanta en un valle, sobre un meandro del río Linares. El pueblo está en cuesta, y visto desde el río, parece como si las casas formaran un graderío, disponiéndose a diferentes alturas. Ya en el interior, algunos de sus barrios se encuentran separados por puertas árabes de arco ojival.

  • Alcalá de la Selva.

Alcalá de la Selva está bastante vinculada al turismo de nieve debido a su proximidad a la estación de esquí de Valdelinares. Sin embargo, no puede esconder su pasado histórico. Desde cualquier parte del pueblo se puede observar el castillo medieval que protegía la villa desde una peña cercana. Así como sus iglesias de estilo románico de San Simón y San Judas y las ermitas de San Roque y Nuestra Señora de Loreto.

En el pueblo se han impulsado iniciativas curiosas, como la construcción de una pista artificial en el que se enseña a la gente a esquiar en cualquier época del año.

  • Rubielos de Mora.

Este pueblo tuvo un peso importante en el Reino de Aragón durante la baja edad media. Como pone de manifiesto los palacetes y casas solariegas que encontramos en su casco antiguo y que le hicieron ganarse el apelativo de la “Corte de la Sierra”. Entre sus varios monumentos históricos podemos destacar el claustro de antiguo convento de las Carmelitas Descalzas, la Colegiata de Santa María La Mayor y la Casa Consistorial, de estilo renacentista. El municipio se caracteriza por haber preservado con esmero su patrimonio cultural.

  • Mora de Rubielos.

Mora de Rubielos, que no Rubielos de Mora, puesto que se trata de dos pueblos distintos, es la capital de la comarca de la Sierra del Gúdar y Javalambre. Dentro de su nutrido patrimonio monumental destaca su gran castillo, construido por el noble Fernández de Heredia en el siglo XIV. En su patio de armas, de estilo gótico mediterráneo, se celebra cada agosto el Festival Puerta al Mediterráneo. La colegiata, perteneciente al castillo, está considerada patrimonio nacional.

Naturaleza en estado puro.

Uno de los mayores atractivos que tiene la Sierra de Gútar es su rico patrimonio natural. Accesible para los turistas amantes de la naturaleza. La comarca contiene casi 1.000 kilómetros de rutas señalizadas, aprovechando veredas y antiguos caminos pecuarios que bordean cascadas, vegas y te conducen a las cotas más altas de la provincia de Teruel.

Un lugar idóneo para los amantes del senderismo y para otros que gustan de deportes más arriesgados como la espeleología, la escalada o el descenso de barrancos.

Una ruta interesante es la Vía de Ojos Negros. Un camino que aprovecha el antiguo trazado de las vías de la línea de ferrocarril Teruel – Valencia y que pasa junto al viaducto de Albentosa. Un antiguo puente con más de una docena de arcos, que se levanta 50 metros sobre el río.

Con la ruta Fuente del Gavilán – Balneario “El Paraíso”, cerca del municipio de Manzanera, recorres varias lagunas naturales y saltos de agua procedentes del deshielo de las cumbres de la montaña, y pasas junto a la Sabina del Desmayo, un árbol centenario, emblemático de la zona.

Una cuestión que no debes dejar pasar si visitas la zona es disfrutar de su sabrosa gastronomía. Además de comer una ración de jamón de Teruel, de fama internacional, podrás descubrir las albóndigas de jabalí, los guisos con alcachofas o platos aderezados con trufa blanca.

Déjate sorprender y descubre estos rincones recónditos, porque Teruel también existe.

 

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