La manera de hacer turismo cambia a medida que pasan los años. Unas veces está más de moda ir a la playa y, en otras, la montaña hace valer su peso y llama la atención de más gente. El turismo rural ha tenido que esperar mucho para empezar a llamar la atención de la gente, pero lo cierto es que lo está consiguiendo y lo está haciendo de una manera muy meritoria porque, a diferencia de lo que ocurre en las ciudades con mar, los alojamientos no dependen de varias cadenas hoteleras que son multinacionales, sino que hablamos de pequeños negocios que tienen un encanto con el que los grandes hoteles no cuentan.
Hay muchas zonas en España que han visto mejorada su oferta en turismo rural y que, como consecuencia directa de ello, han visto cómo aumenta el volumen de personas que las visita. Un ejemplo de lo que os estamos comentando es la comunidad autónoma de Extremadura, que tiene lugares extraordinarios que ahora, a diferencia de lo que ocurría hasta hace no demasiado tiempo, sí que son reconocidos a nivel nacional y también, por qué no decirlo, más allá de nuestras fronteras. Y es que Extremadura tiene mucho de lo que presumir.
Según una noticia que la agencia de noticias Europa Press distribuyó a sus asociados en el mes de marzo de este mismo año, el número de pernoctaciones extrahoteleras (casas rurales, campings, albergues…) en Extremadura había subido en el mes de febrero un 200%, lo que mostraba el fuerte crecimiento que se estaba experimentando en ese sentido en la zona y que, desde luego, ponía de manifiesto que esta zona también merece un sitio cuando hablamos de turismo en España, aunque no tenga mar. Y es que nuestro país no puede olvidarse de todos los beneficios que lleva asociado el turismo rural para la economía nacional.
No penséis que el crecimiento del turismo rural en un lugar como del que estamos hablando es algo nuevo. Ya existía esa mejora antes de que el coronavirus viniera a amargarnos la existencia. No en vano, una noticia que vio la luz en la página web Noticias Turismo Rural indicaba que se había producido un fuerte crecimiento del turismo rural en la provincia de Badajoz durante el mes de noviembre de 2019. Sin duda, la tendencia antes de la pandemia ya era al alza y ahora, después del obligado parón, está yendo por los mismos senderos.
El turismo rural extremeño está viviendo uno de los momentos más fructíferos de toda su historia, por no decir el mejor. Nos lo confirman desde la casa rural La Pajarona, cuyas cifras de facturación son más altas que en ningún otro momento anterior. Los motivos que llevan a los viajeros hasta estos lugares son de lo más variados: la tranquilidad que se respira, la pureza del aire, la buena gastronomía o la enorme cantidad de opciones que existen para amantes del senderismo en este lugar son los más repetidos.
Hay mucho futuro
Ya hemos dicho antes que hay momentos para cada modelo de turismo en un país como el nuestro. Lo cierto es que la fiebre por el sol y la playa ha sido prolongado en España y va a seguir disponiendo de privilegios de todo tipo y de cifras muy potentes, pero el turismo rural todavía tiene mucho que decir y, según lo que opinan los expertos, todavía no ha llegado a su cima. No nos resulta extraño, por tanto, que tantos negocios tengan un futuro tan prometedor dentro de este sector. El margen de crecimiento todavía es considerable.
¿No os pasa que, de tanto acudir a la playa, habéis planteado o sentido la necesidad de cambiar de tercio en lo que tiene que ver con el modelo de vacaciones que preferís? Es cierto que, para los que no hemos vivido cerca de la costa, acudir al menos unos días a la playa siempre es una buena manera de disfrutar de las vacaciones. Pero son cada vez más quienes deciden que lo mejor es rodearse de naturaleza y obtener así todos los beneficios que de ella se pueden extraer, que no son pocos y que empiezan a ser muy valorados.
No solo serán los turistas nacionales los que tiren del carro en lo que respecta al turismo rural español. También la gente que venga desde más allá de nuestras fronteras va a hacerlo para conocer algunas de las vastas y preciosas zonas naturales de las que dispone España. Nos alegramos de que así sea. Siempre que se visita un sitio así, se gana en felicidad y también en salud. Ojalá que cunda el ejemplo y que nada ni nadie impida el crecimiento de un modelo de turismo que ha venido para quedarse.