Cuando hablamos del sur, y de visitar el sur, normalmente acabamos hablando de Sevilla, su capital de provincia, de Córdoba, Granada e incluso de Cádiz o Almería y es entendible pues, probablemente, esas son las ciudades y localidades más conocidas de la comunidad andaluza. De hecho, las fechas en las que estamos son estupendas para hablar de este tema pues Sevilla se encuentra en pleno apogeo con su Feria de Abril, pero… ¿es que no hay nada más?
Todos conocemos, aunque sea por medio de fotografías, la Mezquita de Córdoba, la Giralda de Sevilla (o la Plaza de España) y, por supuesto, la Alhambra de Granada, pero ¿qué me decís si os hablo del Palacio de los Medinilla de Úbeda o de la Catedral de la Natividad de Nuestra señora de Baeza? Llegados a este punto el 90% de la población frunce el ceño y confirma que desconoce la existencia de ambos lugares siendo, como son, dos maravillas arquitectónicas comparables a las anteriores en muchos sentidos.
Andalucía es un mundo de contrastes donde hay mucho por descubrir, pero el turista tradicional siempre acaba yendo a los mismos puntos que, aunque merecen su fama (obviamente) no son los únicos señalados en el mapa.
En Visita Úbeda y Baeza podemos conocer lugares emblemáticos de ambas ciudades, conectadas por el centro creando un mapa con forma de ocho, tales como la fastuosa Plaza Vázquez de Molina, declarada Patrimonio Mundial en 2003, o La Sacra Capilla del Salvador, una capilla que todo aquel que la ve por primera vez compara con las pequeñas iglesias de la toscana italiana, preciosa tanto en su interior como por su fachada exterior.
Otra maravilla del sur que no todos conocen es el Archivo General de Indias, en Sevilla, que conserva unos 43.000 legajos, con unos 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos que proceden, fundamentalmente, de los organismos encargados de la administración de los territorios de ultramar.2 Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, junto a la Catedral y los Reales Alcázares.
El Caminito del Rey
Pero no es sólo cultura lo que podemos encontrar en el sur de España. A pesar de la sequedad que caracteriza esta zona, hay preciosos paisajes y senderos que merecen la pena visitar en plena naturaleza, el más conocido, sin lugar a dudas, es el Caminito del Rey.
Se trata de un paso que queda escondido entre las pareces del desfiladero de los Gaitanes, en Málaga, de más de tres kilómetros. No es conveniente que una persona con vértigo se lance a la aventura pues hay tramos cuya anchura es de apenas metro y medio, pero es toda una maravilla.
La Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, propietaria de los Saltos del Gaitanejo y del Chorro, necesitaba un acceso a ambos para facilitar el paso de los operarios de mantenimiento, transporte de materiales y vigilancia. Las obras empezaron en 1901 y terminaron en 1905. El camino comenzaba junto a las vías del ferrocarril y recorría el Desfiladero de los Gaitanes. Las visitas a la zona se hicieron frecuentes mientras estaba el embalse en construcción entre 1914-1921, amigos y familiares del ingeniero jefe Rafael Benjumea, ingenieros y personas interesadas en este proyecto en general. Dada la gran belleza que se podía contemplar recorriendo el camino, Benjumea decidió mejorarlo y reformar el puente entre los dos lados del desfiladero. Estas dos paredes rocosas unidas por el denominado Balconcillo de los Gaitanes son de las más famosas de la provincia. En 1921 el rey Alfonso XIII presidió la inauguración de los Embalses Guadalhorce-Guadalteba, cruzando para ello el camino previamente construido, o al menos lo visitó. Desde entonces, se le empezó a llamar Caminito del Rey.
El paso del tiempo y la falta de mantenimiento hizo mella en el Caminito. En los años 90 presentaba un estado lamentable, con la barandilla desaparecida en casi todo su recorrido, numerosas secciones derruidas y las que quedaban amenazando con hacerlo. Precisamente su peligrosidad fue uno de los factores que contribuyó a su fama. Muchos excursionistas se dirigían a El Chorro para recorrer el Caminito. También su zona de escalada, una de las más importantes de Europa. Esto propició numerosos accidentes a lo largo de los años, algunos mortales, y acrecentó su leyenda negra.
En 1999 y 2000, se produjeron sendos accidentes mortales que costaron la vida a cuatro excursionistas. Indujeron a la Junta de Andalucía en el año 2001 a cerrar los accesos al camino, demoliendo su sección inicial. Esta medida no consiguió detener a los excursionistas, que seguían encontrando la manera de acceder a él escalando. También decretaron una multa de 6000 € por transitar tanto por el camino cortado, como por las vías y los túneles del tren por las que se puede volver del Caminito.