¿Qué ver en Formentera?

Formentera es la isla habitada más pequeña del archipiélago balear. Uno de los parajes donde mejor se aprecia la belleza de sus playas y la orografía. Una isla mágica impregnada por un espíritu bohemio.

Formentera apenas tiene 82 kilómetros cuadrados, y 12.000 habitantes repartidos en 8 núcleos urbanos, administrados bajo un único municipio. Es la isla más al sur de las Baleares y se acede a ella por un ferri que sale del puerto de Ibiza.

Nos comenta Nati, una mujer de Mallorca que ha visitado infinidad de veces la isla, que Formentera es una isla alargada, que la atraviesa una carretera de norte a sur. En algunos tramos de la calzada se ve la playa a ambos lados, a izquierda y derecha. Nos dice que es un sitio en el que parece que se ha detenido el tiempo. Que recuerda a la Mallorca de cuando ella era pequeña, antes de que el turismo lo acaparara todo. Un lugar en el que aún puedes disfrutar de la playa sin agobios y relajarte bajo los rayos del sol, sin verte perturbada por el trajín de la muchedumbre.

Adriá, que vive en Mahón (Menorca), con su mujer, que conoció en Ibiza, nos indica que Formentera es una pequeña isla en la que pasar un agradable día de verano, sobre todo si estás alojado en Ibiza. O si lo prefieres, puedes descansar tranquilamente un fin de semana. Eso sí, para no llevarte sorpresas debes tenerlo todo previsto con antelación: el viaje, el hotel, la reserva del restaurante. Ahora, con internet, lo puedes hacer cómodamente en unos minutos. En su última visita nos comenta que preparó el viaje en formentera.rent, un portal online que recoge todos los servicios relacionados con la isla. Las infraestructuras de Formentera no son como las que encuentras en Mallorca y Menorca, no puedes dejar nada a la improvisación.

Cuando Formentera se situó en el mapa.

Hay presencia humana en Formentera, partiendo de los restos arqueológicos encontrados, desde la edad de bronce, en la prehistoria. Fue habitada por los fenicios y posteriormente por los romanos. Hasta allí llegaron los árabes en la edad media.

Sin embargo, siempre ha sido una pequeña isla de pescadores y agricultores, que sobrevivían con lo poco que tenían y con los contactos comerciales que mantenían con Ibiza y Mallorca.

A finales de los años 60 llegaron los hippies. Saltaron desde la isla de Ibiza. Se trataba sobre todo de jóvenes ingleses y de algunos norteamericanos que huían de la guerra del Vietnam. Dice la revista digital Formentera Vuela que la primera comuna hippy se estableció en Es Molí, en la Mola.

En pocos años, Formentera junto a Ibiza se convirtieron en una parada obligatoria en el itinerario internacional de los hippies por el mundo, junto a la India, Amsterdam y California. La presencia de estos jóvenes viajeros marcó profundamente la identidad de la isla. De estar desapercibida para la mayoría, pasó a ser conocida en todo el planeta.

Se dice que Bob Dylan se alojó durante unos meses en la comuna de Es Molí. Pink Floyd visitaban con frecuencia la isla y Crim Crimson, una de las bandas más influyentes del rock progresivo, grabaron en Formentera un disco entero.

Actualmente, aunque han pasado los años, es normal encontrar mercadillos de ropa hippie y complementos por distintos rincones de la isla. Cada año se celebran tres fiestas “Flower Power”. Una a mediados de junio en la Mola y otras en el mes de julio en Els Pujols y Sant Francesc.

Los pueblos se adornan con vistosos colores, las fachadas de viviendas y negocios se engalanan con flores y signos de la paz. Al atardecer se celebran batucadas de tambores junto a la playa, y lugareños y turistas confraternizan en una animada fiesta de “paz y amor.” Estos eventos se han convertido en fiestas tan populares, como lo puede ser una romería o un carnaval en otras partes de España.

Que ver.

Sin lugar a dudas, el protagonista indiscutible de la isla son sus maravillosas playas de aguas cristalinas y sus calas recogidas, sin apenas edificios alrededor, que presentan un paisaje difícil de encontrar en otras partes del litoral español. El blog Viviendo de Viaje hace un recorrido por las playas más representativas y los rincones más emblemáticos. Te comentamos algunos de ellos:

  • Playa de Ses Illetes. Una preciosa playa ceca de San Francisco Javier (Sant Francesc), el municipio de referencia, que se caracteriza por su arena blanca y sus aguas cristalinas. Una buena muestra de lo que vas a encontrar en la isla.
  • Caló de Es Mort. Una bonita cala semi-virgen, algo escondida, situada a mitad de la isla y al que se puede acceder en coche o en moto. Destaca por el color azul turquesa de sus aguas.
  • Faro de la Mola. Se encuentra en el sur de la isla, es el punto más al este y el más alto. Se llega hasta él por medio de una carretera en el que se va estrechando el terreno, formando una especie de península, al sudeste de Formentera. Es en esta zona donde se asentaron los primeros hippies. El faro está ubicado sobre un acantilado, tiene una altura de 100 metros y cerca de él hay una estatua que rinde homenaje a Julio Verne, que mencionó la isla en su novela “Hector Sevadac.”
  • El Molí de la Mola. No muy lejos del faro se encuentra un molino de viento construido en 1778. Es un molino parecido a los que hay en el barrio de Santa Catalina de Palma de Mallorca. Utilizado durante siglos para moler trigo, aprovechando los vientos que se desplazan sobre el mar.
  • Ses platgetes. Subiendo por la cara oeste de la mola están estas tres playas pequeñas encadenadas, separadas por peñascos de roca.
  • Playa de Migjorn. Más adelante se encuentra esta playa, donde están ubicados dos de los chiringuitos más conocidos de la isla: el Blue Bar y el Pirata Bus. Un rincón perfecto donde terminar la tarde, observado el atardecer mientras degustas de un combinado.
  • Faro cap Barbaria. En el otro extremo sur de la isla, en la vertiente occidental, se encuentra este faro al que se accede directamente desde la carretera. Un faro cilíndrico, que presenta a su espalda la estampa del oleaje del mar Mediterráneo.
  • Visitar San Francisco Javier. Ir a Formentera bien merece un paseo por San Francisco Javier, llamado también Sant Francesc, por los lugareños. El núcleo urbano que hace las veces de capital de la isla. Una misión católica que representó, desde su inauguración, el principal asentamiento de la isla. En este pueblo, de poco más de 3.000 habitantes, destaca la iglesia fortaleza levantada en el siglo XVIII y la capilla románica Sa Tanca Vella, una pequeña ermita de piedra de una sola planta con el techo abovedado.

Qué hacer en Formentera.

Aparte de recorrer el litoral y descubrir playas y lugares de interés, Formentera ofrece al visitante planes alternativos que salen de lo cotidiano. Uno de ellos es alquilar una motocicleta para recorrer la isla. La moto es el medio de trasporte perfecto para moverse por Formentera. Permite ir de aquí para allá, a capricho, y descubrir sus rincones más recónditos, al tiempo que no pierdes el contacto con el paisaje.

Formentera también dispone de espacios preciosos en los que practicar el submarinismo. En este sentido destacamos el fondo marino de la Cala Saona, Es Caló y Caló de Es Mort donde podrás disfrutar de su rica flora y fauna marina.

Otra de las opciones interesantes es recorrer el perímetro de la isla desde una embarcación. Salen desde el puerto de San Francisco Javier y regresan al mismo punto tras reseguir el litoral desde el mar. Una experiencia que te proporcionará una perspectiva diferente de la ínsula.

Si te has quedado con ganas de visitar más islas, desde el puerto se programan excursiones en barco a islas vecinas deshabitadas como la isla de Espalmor. Aunque no lo parezca, Ibiza y Formentera pertenecen a un sub-archipiélago dentro de las Islas Baleares, que se llaman las Islas Pitiusas. Conformado por islotes que se encuentran habitados por aves, roedores y pequeños mamíferos depredadores, con playas espectaculares y una rica fauna subacuática.

Otra opción de ocio es visitar mercadillos. En todas las islas baleares, los mercadillos ambulantes son un evento social. Lugares en los que puedes encontrar artesanía, alimentos de proximidad y tienes la oportunidad de mezclarte con la población local en un ambiente semi-festivo.

Si decides pasar la noche en Formentera, debes saber que dispones de locales en los que tomarte una copa tranquilamente al aire libre. El ocio nocturno en Formentera es muy diferente al de su vecina Ibiza. Aquí no priman las macro-discotecas, la gente prefiere las terrazas, los chiringuitos y las tabernas de toda la vida. Te cruzarás con gente de todas las edades y de distintos orígenes. Siempre en un ambiente tranquilo y relajado.

Formentera es una isla especial, casi familiar. En la que el visitante entra en contacto con la naturaleza y se deja atrapar por la idiosincrasia del lugar.

 

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