Ahora que llega el verano para muchos llega el momento de irse de vacaciones, es por eso que muchos ya llevan un tiempo planeando qué es lo que van a hacer, a dónde van a ir, las actividades que les gustaría realizar y hasta dónde pueden llegar, los días que van a invertir, si prefieren un viaje más cultura que de sol y playa….Hay opciones para todos los gustos y bolsillos, pero desde luego algo muy importante es la previsión porque dejar las cosas para última hora luego nos trae sorpresas como que ya no encontramos lo que queremos, bien porque ya no quedan plazas, bien porque el precio se ha disparado.
Este año no tengo muy claro qué es lo que haré, el presupuesto no me da para mucho la verdad, pero tampoco es que pueda hacer mucho puesto que voy dar a luz en el mes de julio, y entre el parto, la baja y la recuperación…se me va casi todo el verano. Además, tampoco es cuestión de estar moviéndote mucho con una criatura recién nacida…qué suerte vivir en una zona costera!! Podremos disfrutar aunque sea un poquito del verano sin tener que irnos lejos de casa. Además, no puedo quejarme, el verano pasado tuve la suerte de hacerme un crucero que estuvo muy chulo, ya sabía yo que tenía que aprovechar antes de ser mami por las razones que ya he comentado.
El crucero estuvo muy chulo, no voy a entrar en los dilemas morales que se me plantean a la hora de hacer un crucero en términos de contaminación, son innegables y estoy totalmente a favor de las medidas que existen y que no se están aplicando por intereses económicos para fabricar barcos más respetuosos con el medio ambiente. Pero la realidad es que vivir la experiencia de realizar un crucero, en términos turísticos, por lo menos alguna vez en la vida, está muy bien. Yo soy una persona a la que le gusta mucho el turismo cultural, me gusta conocer las ciudades, me tira mucho más eso que el turismo de sol y playa, será porque eso ya lo tengo en mi localidad y no lo echo de menos. Pero es que la realidad es que gracias a un crucero puedes viajar a diferentes ciudades y conocer los lugares más emblemáticos en unos pocos días. Sí, es cierto que no vas muy relajado porque hay mucho que visitar en poco tiempo, vas marcado por un horario, el del barco, y no puedes descuidarte, pero también es cierto es que esto mismo te pasa cuando contratas un tour de varios países con varios vuelos, te pasas la mitad del tiempo entre hoteles, maletas y aviones. Además otro punto a favor, según mi parecer, es el miedo que me ahorro al evitar tantos aviones, el barco no me da tanto miedo, por muchos incidentes que pueda tener, la mortalidad no es tan alta, los grandes cruceros no suelen tener grandes problemas, el avión falla poco, pero cuando lo hace….
Con un crucero ves varias ciudades en un día sin necesidad de coger 6 aviones
El tema del viaje en crucero, como decía, está muy bien porque te llevan, tú no tienes que preocuparte de nada, ni vas con la maleta encima todo el día. Cada mañana apareces en una ciudad distinta, y bien puedes ir a visitar la ciudad por tu cuenta, eso sí teniendo muy en cuenta el reloj, o bien contratas a guías y salidas turísticas que te llevan y te traen allá a donde quieras ir. El mismo barco siempre tiene visitas guiadas ya organizadas para que todo el que quiera las pueda contratar con la tranquilidad de que el barco no se marchará sin ellos.
El crucero que yo hice el verano pasado fue por el Mediterráneo, no quise irme más lejos porque no conocía la experiencia, no sabía cómo me iba a sentar eso de estar encerrada en un barco muchos días seguidos, y a nivel económico salía mucho más barato que otros. Los hay de muchos tipos, días, destinos y barcos. Lo cierto es que para mi sorpresa no tuve sensación de agobio, la habitación la pisé poco o nada, solo para dormir, porque la oferta de ocio en el barco es muy variada, te invita a estar todo el rato haciendo cosas los días de navegación, y luego con las paradas que hace el barco en las ciudades completas los días, sin duda podría haber elegido un viaje más largo que no habría tenido problema.
Como decía viajar por el Mediterráneo ha estado genial, hay mucha oferta turística allí donde atraca el barco. Me sorprendió particularmente la compañía que nos encontramos al llegar a Cartagena, Shorespaintours, una empresa especializada en guías turísticos para cruceros cuyo objetivo es dar a conocer a una ciudad injustamente desconocida como es Cartagena. La experiencia me encantó, nos llevaron a la Manga del mar Menor y tengo que decir que es una pasada, no esperaba encontrarme ese capricho geográfico de la naturaleza allí, ni sus playas. También pudimos conocer su patrimonio como el teatro romano de Cartagena y el impresionante Museo Nacional de Arqueología Subacuática que tampoco sabía que se encontraba en Cartagena, ahora ya sé por qué, gracias a todo lo que nos contó la guía, esta ciudad tiene mucha historia, varios milenios de importante protagonismo en la historia de la península que muchos desconocen. En definitiva, visitar la ciudad de Cartagena me encantó, en un principio no era una de las paradas del crucero que más me atraída, a priori te llaman más enclaves como Marsella, Cerdeña, Roma, Nápoles….parece que lo que tenemos cerca no tiene tanta importancia o valor, pero lo cierto es que hay mucho que ver y apreciar allá donde menos te lo esperas.
En definitiva, ¿recomendaría realizar un crucero? Pues es una cuestión bastante subjetiva, a mi me resultó la experiencia, si pongo los pros y contras en una balanza teniendo en cuenta mis motivaciones, positiva. Se conoce a mucha gente, esto depende ya de si te gusta rodearte de mucha gente o no, estar rodeado de más personas proporciona seguridad, pero también tienes que llenarte de paciencia y aguantar mucho. Lo mejor para mí, poder ver varios sitios sin necesidad de coger aviones, lo peor, la gente, hay mucha, y los horarios del crucero, que siempre estás con la intranquilidad de no perder el barco. En definitiva, es cuestión de gustos. Otra cuestión aparte es el tema de la contaminación.