Si hay una zona en España en la que no se puede discutir sobre que hay mucho que ver es en Andalucía. Lo que quiero decir es que no puedes llegar a Sevilla o Granada, hospedarte en el hotel y relajarte con la intención de ser la reina del cotarro, si lo que quieres es eso mejor vete a un resort o un spa. En Andalucía hay demasiado que ver como para quedarte quieto. Una de mis recomendaciones es contratar una buena excursión con Visitours, una empresa especialista en turismo receptivo en Andalucía que organizan los mejores tours por Sevilla y Granada y visitas guiadas por Córdoba por ejemplo.
Lo importante es no pretender hacer un turismo sedentario en lugares donde hay tantas cosas que ver. Es como si te vas Berlín y te quedas sólo con la visita de la Puerta de Brandenburgo porque estás muy a gusto de paseo y sin prisas, eso es una locura. No puedes perderte la Isla de los Museos, o Postdam, o el monumento a los judíos, o los bosques que rodean la ciudad entre otras mil cosas más. Sería un viaje perdido.
Y es que en mi opinión hay varias maneras de viajar, hay un turismo de relax, cuya vida se hace prácticamente entre el hotel, la playa y los paseos, un turismo aventurero en el que no visitas demasiadas cosas pero lo que es estarte quito tampoco te estás porque puedes hacer rutas de senderismo y diferentes deportes de aventura por la montaña. Hay también turismo rural, es una mezcla entre el turismo aventurero y el típico viaje de turista, se trata de visitar una región o ciudad pero alojándote en una casa rural cercana al campo donde poder disfrutar también de la naturaleza. Y, por supuesto, los dos grandes: el turismo de Resort y el Turismo de visitas. Estos son los más típicos y ninguno es peor o mejor que el otro, todo depende de adonde vayas y de las ganas que tengas para todo o lo estresada que estés.
Pero estos tipos de turismo no tienen nada que ver con la capacidad de tu bolsillo. Está claro que unas vacaciones en un resort con todo incluido te van a salir más caras que un viajecito a una casa rural pero aun así hay casas y casas, y resorts y resorts, y viajes de aventura y viajes de aventura, lo que quiero decir es que dentro de nuestras posibilidades podemos hacer casi cualquier tipo de viaje, desde uno bien barato hasta uno de lujo. Lo importante es tener muy claro todos los que vayan qué tipo de viaje queréis realizar porque el problema muchas veces viene cuando alguien quiere quedarse en la piscina del hotel o en la playa disfrutando de la paz que le da esa relajación y otra persona lo que quiere es ir a visitar todos y cada uno de los rincones de la ciudad sin perderse ni uno sólo. Llegados a ese punto hay que hacer una tregua porque de lo contrario el viaje se puede convertir en toda una tortura vacacional, lo digo por experiencia.